La primera vez que se ha utilizado el ozono para el tratamiento del agua ha sido en 1893. Desde entonces se está utilizando cada vez más con grandes resultados.
Durante todos estos años ha demostrado ser mucho más eficaz que el cloro, pues es el oxidante natural más rápido y efectivo, aparte de que no es dañino.
Ya habíamos tocado el tema del ozono anteriormente, explicando qué es y las utilidades que tiene. Una de ellas es la potabilización del agua.
En el campo de tratamiento del agua con ozono las ventajas son enormes debido a sus propiedades.
Desinfección del agua
El ozono cuenta con un alto poder bactericida. Las moléculas del ozono actúan sobre los microorganismos destruyéndolos y evitando su reproducción.
Es muy efectivo para la eliminación de mohos, virus y bacterias como la legionella.
Ventajas del tratamiento del agua con ozono
- Elimina colores, olores y sabores. Los tratamientos químicos convencionales varían el color, olor y sabor del agua. El ozono elimina las partículas de los olores y sabores que pueda tener el agua.
- No tiene derivados perjudiciales. Al interactuar con otras sustancias no crea ningún derivado que pueda ser dañino para la salud del consumidor.
- No deja residuos. Las moléculas del ozono se dividen, convirtiéndose en oxígeno. Esto impide que que pueda quedar algún rastro de su aplicación.
- Compatible con otros tratamientos. El ozono puede ser aplicado en conjunto con otros elementos desinfectantes como el cloro y la luz ultravioleta.
- No afecta al pH del agua. La variación del pH en el agua es mínima.
Consumo del agua ozonizada
El ozono en el agua tiene un tiempo de vida muy corto, tras los cual sus átomos se descomponen formando oxígeno. No queda ningún residual en el agua que pueda perjudicar la salud.
Por ello el uso del ozono en los aljibes es muy recomendado.