Teniendo en cuenta los diferentes tipos de balsas agrícolas y los usos que se le pueden dar al agua, nos interesa conseguir, en la medida requerida, un agua de muy buena calidad y al menor coste posible (a medio – largo plazo).
Por ello resulta muy importante conocer la calidad inicial del agua que llega a las balsas y, a partir de ahí, proporcionarle el tratamiento más adecuado.
La calidad inicial del agua depende de su origen
Esto es algo que siempre debemos tener en cuenta. A más calidad inicial del agua, menor coste de purificación y mantenimiento.
No siempre es posible obtener el agua de la fuente de más calidad. Independientemente de ello, hay sencillas formas de reducir la contaminación del agua y evitar que la maquinaria se estropee con gran rapidez.
Para conseguir que llegue un agua de más calidad, se pueden tomar las siguientes medidas:
- Tuberías de buena calidad. El agua obtenida no tiene por qué llegar directamente a la balsa. Es posible que tenga que recorrer varios kilómetros de tuberías antes de eso. No ayuda en nada tener tuberías oxidadas y con agujeros por donde puedan entrar insectos y sedimentos.
- Filtros básicos. Es altamente recomendable la instalación de filtros básicos que detengan contaminantes de gran tamaño como piedras, ramas y animales. Con esta simple medida, se pueden evitar muchos atoros en el sistema.
- Creación de una prebalsa. Hacer circular el agua por una prebalsa antes de su vertido en la balsa final, disminuye los sólidos en suspensión y los nutrientes que provocan la proliferación de la vegetación. Un método sencillo y barato para la purificación del agua.
Métodos de obtención del agua y su pureza
Podemos encontrar cuatro formas comunes de obtener el agua para su almacenamiento en la balsa agrícola. Cada una de ellas proporciona un agua de diferente calidad.
- Escorrentías superficiales. Se trata de la recogida del agua de lluvia que cae sobre el terreno. Este agua tiene un alto nivel de sólidos en suspensión y variados nutrientes (dependen del tipo de vegetación en el terreno).
- Aguas subterráneas. El agua subterránea tiene, en general, una buena calidad. Al haber sido obtenida del subsuelo, tiene niveles bajos-medios de nutrientes y pocos sólidos en suspensión.
- Agua depurada. Las aguas procedentes de una depuradora, tienen unos niveles de nutrientes bajos. Por contra, contienen altos niveles de sólidos en suspensión.
- Cauce públicos (aguas invernales). Las aguas procedentes de cauces públicos suelen ser muy equilibradas en cuanto a su nivel de sólidos y nutrientes (niveles medios).
Cuidados del agua dentro de la balsa
El agua que llega a la balsa, por muy limpia que esté, no significa que no se contamine dentro de la misma. Si no se tienen en cuenta unos cuidados mínimos de la balsa y el agua que almacena, pueden producirse brotes de microorganismos tóxicos, rápida rotura de la maquinaria, alto coste de purificación, etc.
Para mantener un agua de buena calidad, recomendamos seguir los siguientes consejos básicos:
- Limpiar la basura inorgánica. Es muy posible que basura inorgánica llegue a parar a una balsa, ya sea por la acción del viento o un animal que la haya traído hasta allí. La basura inorgánica puede provocar contaminación del agua y, además, entrar en la maquinaria provocando un gran atasco.
- Retirada de grandes restos orgánicos. En las balsas pequeñas, que sabemos que predominan en algunas provincias andaluzas, no es difícil de conseguir. Sobretodo es recomendable si el agua se utiliza para la ganadería, es muy aconsejable la retirada de restos cualquier animal muerto. Los microorganismos de la descomposición pueden provocar la enfermedad e, incluso, la muerte del ganado.
